¿Qué tiene el Ferrari 250 GTO que lo convierte en el auto más costoso del mundo?

El Ferrari 250 GTO es el coche más costoso del mundo al alcanzar el valor de 28,5 millones de euros. El auto se ha hecho merecedor a un gran reconocimiento en la historia por tener las características propias de un triunfador en la pista y haber ganado en diferentes competencias, gracias a la rápidez y efectividad que demostró su diseño.

El Ferrari 250 GTO es uno de los autos clásicos subastados que alcazó uno de los valores más elevados con 28,5 millones de euros. Este vehículo pertence a la unidad número 19 de las 36 fabricadas, y su primer conductor fue el piloto de Formula 1 Jo Schlesser.

Los autos clásicos ya se pueden comparar con los precios que obtienen las obras de arte en las subastas. En los últimos años el valor que se paga por los coches más destacados de la historia no dejan de aumentar. Hasta entonces el récord lo tenía un Ferrari 250 GTO que se logró vender por 52 millones de dólares, sin embargo ese título no era oficial, porque la operación se realizó entre particulares sin que interviniera una subasta. Aún así el pasado fin de semana el Ferrari 250 GTO se convirtió en el auto subastado más costoso de la historia al venderse por 28,5 millones de euros.

La venta se celebró en el Concurso de Elegancia de Pebble Beach, en Monterrey (California), y fue efectuada por la casa de subastas Bohams, que dirgió la transacción de este modelo, el número 19 de los 36 producidos. El coche fue vendido en la primera instancia el 11 de septiembre de 1962 con el número de chasis “3851GT” a Jo Schlesser, piloto francés de Fórmula 1 y quién después cedió el auto a Frabizio Violati, un empresario italiano aficionado coleccionador de autos de Maranello.

El Ferrari 250 GTO se ha transformado en la insignia de las subastas de automóviles porque representa para muchos el mejor Ferrari de la historia y uno de los autos clásicos de mayor belleza jamás diseñados. Este modelo arrasó en la pistas, era rápido y efectivo, cumplió con las metas, haciendose merecedor de gran variedad de títulos en diferentes competencias de su época a principios de los años sesenta. Brindó grandes victorias a la marca de Enzo Ferrari, que se pudo dar el lujo de despreciar la oferta que la Ford le hizo para comprar su firma y que generó enfado ante la negativa en la marca americana. La molestia sucitada entre las marcas llevó a la Ford a diseñar el modelo Ford GT40, fabricado con la intención de vencer a Ferrari y sus 250 GTO en las competencias como las 24 Horas de Le Mans, donde los Cavallinos Rampanantes ganaban sin compasión año tras año.

El 250 GTO era un auto que contaba con un motor V12 de 3 litros alimentado por 6 carburadores Weber que generaba 300 caballos de potencia a 7.400 revoluciones por minuto, este equipo iba junto a una transmisión manual de cinco velocidades. Su chasis era tubular y elaborado en acero, material que le facilitaba registrar un peso total de 880 kilogramos. Por su tamaño y ligereza y su fuerte propulsor  lograba obtener 280 kilómetros por hora, una cifra excelente si se compara con el momento actual y maravillosa para el año 1962 en que se comenzó a fabricar.

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